lunes, 9 de noviembre de 2009
Half Dome
En el blog nos hacemos internacionales y subimos afamadas montanas: el Half Dome, Yosemite. Pero no nos emocionemos, ascensión por la vía normal o lo que es lo mismo senderismo masivo, algo de roca al final y eso si, muchísima belleza y las mejores vistas finales de todo Yosemite Valley, que ya es decir. Excursión muy recomendable, sin apenas dificultad técnica y larga pero tampoco extrema. Para mi fortuna, pude compartir aquel día con la mujer más extraordinaria del mundo, la montañera más guapa, mi mujer Celia.
Bueno, en realidad con Celia y otras 7 personas, o lo que es lo mismo un total de 9 variopintos personajes y por tanto varias incógnitas. Tres españoles, dos francesas, una brasileña y tres americanos, incluido el hijo de una mexicana que hace no muchos años decidió cruzar la frontera hacia el norte, sin papeles, espalda mojada. Ole sus huevos.
El primer detalle a comentar es que en verano querer acampar en el valle es misión imposible salvo que te de por reservar con un año de antelación o quieras echarte a la espalda tienda y saco hasta el punto intermedio de la ruta. Un sinsentido teniendo en cuenta que se puede hacer en el día sin excesivos problemas: de los 9, finalmente subimos 7 hasta arriba.
Así pues tuvimos que dormir a unos 60 km. del valle, en Oakhurst. A las 5 arriba, carretera y manta, curvas, curvas, más curvas, y parada al entrar al valle. Vista impresionante, con todo el valle por delante, con el Capitán cerca, a la izquierda, enfrente Cathedral Rock y Bridalveil Fall, detrás también a la derecha Sentinel Rock y al final, en el centro, nuestro objetivo: el Half Dome. Seguimos para poco después parar a desayunar, osea retraso, y hasta las 8:30 no nos ponemos las mochilas y tiramos para arriba.
Paseo cómodo de inicio por asfalto pero que ya sirve para descartar a dos lentos aspirantes a cumbre. Subida moderada, a ratos tumbada, a ratos mucho más vertical, sobre todo cuando superas con escalones las bonitas Vernal y Nevada Falls. Mas arriba de la segunda se alcanza el Little Yosemite Valley, por el que hay que llanear un ratito. Se deja el mismo por su lado izquierdo, dirección norte, para ir a buscar decididamente el hombro oriental del Half Dome. Casi dos horas de subida por senda muy trillada, tendida, por la que subimos a tope ya que los horarios ya comenzaban a fallar.
Y entonces, de golpe, desaparecen los árboles y el polvo (por Dios que seca es la Sierra Nevada en esas fechas!) y dan paso al compacto granito en el ultimo tramo antes de llegar al hombro oriental, escalón a escalón.
Y al llegar…sorpresa: hay que coger número para subir por los cables. Y somos los tal vez 500? Sin exagerar. La subida había sido algo así como una romería, pero nada hacia presagiar una esperar de una hora en fila india para poder subir los últimos y verticales 100 metros entre los cables de seguridad instalados a modo de barandilla. Ni aun así pierde uno la emoción por alcanzar cumbre. Demasiado granito, demasiado valle allí abajo, demasiada belleza, demasiada ilusión. Aprovechamos para comer y cuando nos toca, nos ponemos guantes (al inicio de los cables-sirgas hay unos montoncitos de guantes usados por quienes ya bajaron, medio rotos, pero suficiente para ese rato) y en fila india nos vamos para arriba. Sin más problema que el hecho de no perder la paciencia ante la lentitud de la fila, se sube de manera segura por granito muy lavado y a unos 30-40 grados. Conforme llegas a la cima, con sonrisa de oreja a oreja, el granito se pone ya poco a poco horizontal. Abrazos y besos, estamos en el Half Dome! Fotos, muchas fotos que la ocasión lo merece. Se ve desde arriba una cordada en su último largo antes de la cumbre por la abominable cara norte, 1000 metros a cuchillo. Uf!
Pronto para abajo que es tarde y de nuevo hay cola para bajar por los cables. Decidimos bajar por el exterior de los cables, con solo una mano en ellos, suficiente cuando el granito esta seco y sin parar cogemos la senda para abajo, sin freno de mano que ya es tarde. Por sorpresa nos encontramos con la pareja retrasada, han subido hasta allí…sin mirar el reloj.
Y es que a todos se nos hizo de noche y tuvimos que aprovechar los frontales de otros precavidos senderistas, pero terminamos sin problemas. Tras cenar en una pizzería (si, dentro de un Parque Nacional) y agotar por completo la larga sobremesa decidimos avisar a los Park Rangers porque son las 12 y no sabemos nada de los dos últimos. Pero ellos si, los acababan de recoger y los llevaban justo hacia donde nosotros estábamos. Suspiros.
Sin duda un gran día.
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Morata, Half Dome: 2 paredes 2 continentes. Que tiemblen los Pou, que solo nos llevan 5. Que alegría más grande recibir noticias del otro lado del charco.Ánimo, cuenta también tus escaladas en Yosemite Valley
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