Este domingo, como parte de la (pre)preparación de Andes, queríamos subir al Pirineo a hacer un poquito de desnivel. Roberto se fue a 'entrenar' por su cuenta a playa y Melchor nos dijo que prefería quedarse trabajando. Así que quedábamos Ángel, Paco y yo. La combinación de nieve reciente y mucho calor (iso 0º a 2.800 m.) modificó nuestros planes de ir a la soleada Llana de la Garganta, improvisando un seguro Tozal de Guara (2.077 m).
Con el único objetivo de dar un paseo comenzamos a andar desde Nocito (880 m), por acertada elección de Ángel. El camino comienza por un continuo vadeo del río (hasta 7 veces), para después adentrarse en el bosque. Se asciende por una senda hasta el collado Collado de Chemelosas (1.386 m) y tras un corto descenso se remonta el collado Petreñales (1.558 m) Perdemos unos 70 metros mientras nos dirigimos al visible Raso de los Hongos. Pronto nos encontramos la bifurcación de los dos caminos que suben a la cima, nosotros elegimos el que sigue dirección NE.
Sin más complicación, casi sin pisar nieve, subimos a cima. A la bajada optamos por bajar por la pedrera. Nuestras ansias por no perder altura nos hicieron perder el tiempo.
Monte bonito que para su altura sale bastante caro, hay que hacer un desnivel de más de 1.400 metros para un 2.000 justito. Su cumbre es un impresionante mirador de todo el macizo de los Pirineos.
Actividad realizada por Ángel, Paco y Kike el 7 de febrero.
Con el único objetivo de dar un paseo comenzamos a andar desde Nocito (880 m), por acertada elección de Ángel. El camino comienza por un continuo vadeo del río (hasta 7 veces), para después adentrarse en el bosque. Se asciende por una senda hasta el collado Collado de Chemelosas (1.386 m) y tras un corto descenso se remonta el collado Petreñales (1.558 m) Perdemos unos 70 metros mientras nos dirigimos al visible Raso de los Hongos. Pronto nos encontramos la bifurcación de los dos caminos que suben a la cima, nosotros elegimos el que sigue dirección NE.
Sin más complicación, casi sin pisar nieve, subimos a cima. A la bajada optamos por bajar por la pedrera. Nuestras ansias por no perder altura nos hicieron perder el tiempo.Monte bonito que para su altura sale bastante caro, hay que hacer un desnivel de más de 1.400 metros para un 2.000 justito. Su cumbre es un impresionante mirador de todo el macizo de los Pirineos.
Actividad realizada por Ángel, Paco y Kike el 7 de febrero.
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