Salimos el sábado sin madrugar de Zaragoza, el objetivo del día es simplemente subir a dormir al Ibón Medio de Coronas. Dejamos el coche en Senarta y nos llevamos la primera sorpresa: nos cobran 14,70 € por persona en el autobús que sube la pista hasta Vallibierna. Una vez allí y con mucho peso caminamos un par de horitas hasta el Ibón (2.725 m). En la derecha orográfica del lago hay un montón de abrigos para vivaquear, el nuestro bastante cómodo, aunque tuvimos que sacar algo de basura de dentro.
Al día siguiente subimos las agujas de la cresta de Cregüeña:
- Aguja Juncadella (3.021 m.): Esta ascensión carece de dificultad. Se sube andando por el lado del Collado de Cregüeña, sin necesidad de llegar hasta él. Desde la cumbre, continuamos la cresta por unos bloques fáciles para llegar a un cortado equipado para rapelar. Nosotros pasamos de largo el primer rapel (20 m.) y con el segundo (unos 10-15 m.) llegamos a la brecha. Rodeando unos gendarmes por el lado de coronas vamos a la base de la siguiente aguja.
- Aguja de Cregüeña (3.043 m.): Se asciende por una canal tumbada (II) orientada al sur. Al final de esta, hay algún paso de III donde no es necesario sacar la cuerda. Aunque el destrepe parece bastante evidente decidimos rapelar. Hay unos cordinos en un bloque en la misma cumbre. Con cuerda de 60 se llega hasta la siguiente brecha, aunque hay otra instalación a mitad.
- Aguja Haurillon (3.075 m.): Siguiendo por el filo de la cresta es necesario echar un largo para subir a esta aguja. Montamos la reunión en la base de un gran bloque que hay delante de cresta. Se sube en oposición por la chimenea que forma el bloque, después una fisura con un friend empotrado, pasamos un bloque (IV) con otro friend empotrado y después una placa fisurada(III) protegida con un taco de madera. Montamos la reunión en un bloque con cordinos para rapelar. De esta aguja bajamos en un rapel de 30 m. No vimos ningún fraccionamiento, aunque sería lógico que lo hubiese. En caso de ir con una cuerda más corta se podría improvisar en uno de los innumerables bloques. A diferencia del resto de casos, los últimos metros son bastante verticales y sería difícil destrepar. Una vez en la brecha hay una instalación para bajar por el lado de Coronas y otra que podemos utilizar de reunión si lo que queremos es subir a la próxima aguja.
La roca es muy buena en todo momento. Fiándose de lo que hay puesto en la pared no es necesario subir casi material. En la tercera aguja no colocamos nada más y en la cuarta simplemente lazamos un par de bloques. Con tres cintas y par de bagas es suficiente. La vía tiene muy buenas vistas, tanto de Cregüeña como de todo el Circo de Coronas, culminado por el Aneto. Muy recomendable.
Actividad realizada por Melchor y Kike.
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