El miércoles 23, ru y yo fuimos a pasar la mañana en los Estrechos del Gorgonchón, barranco aguas abajo del cañón del Formiga.
Salimos sin prisa de Zaragoza, ya que la actividad es corta. Tanto en el parking como un poco más abajo hay letreros avisando del peligro de la segunda cascada y de la prohibición, justificada, de entrar grupos de más de cuatro personas. Una vez allí en 10 ó 15 minutos de aproximación nos metemos en el barranco. Sin duda, el nombre esta bien puesto. Es muy, muy estrecho. Es necesario ir en oposición
casi todo el barranco, no cabiendo de frente en numerosos pasos. Entramos destrepando el primer resalte en oposición, dejándonos caer a la poza y con cuidado que resbala un poquito. Seguimos por pasillos inundados hasta el primer rapel, bajamos en oposición pero con la cuerda pasada por el ocho. Pronto llegamos al pasamanos, que encontramos montado y en buen estado. Rapelamos desde el final de este. El agujero oculto no se ve desde el inicio del rapel, lo que lo hace especialmente peligroso, ya que desde arriba todo apunta a que lo correcto sería realizar simplemente un rapel ajustado yendo con los pies en oposición.
Afortunadamente, en las guías y en el acceso, esta muy señalizado. De otro modo, un fallo allí podría tener consecuencias desagradables. Rapelamos hasta el tronco empotrado, a partir de aquí aún estrecha más el barranco, no debe tener más de 50 cm de ancho. En el caos pasamos por el medio y en el sifón por debajo. En total unos 45 minutos de descenso.
Barranco imprescindible en el que hay que saber valorar sus riesgos y entrar en grupos pequeños, recordar la prohibición, porque es estrechísimo. A programar sin duda.
Para terminar la jornada nos fuimos al Formiga, pero eso os lo contará rubén con radiografía de pierna incluida y explicándonos que tal es eso de volar en helicóptero.
Un abrazo.
Haber si Ruben se anima y cuenta que tal es el Formiga, con el tiempo libre que tiene ahora y todavia no ha escrito nada...
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